martes, 5 de octubre de 2010

FUNCIONARIO DE QUÉ

El año escolar pasado, estuvo matizado por un sin número de denuncias,  muchas de ellas confirmadas,  que pusieron en alerta  a la población, sobre serias  irregularidades con relación al  desayuno  escolar que sirve el ministerio de educación  a los   estudiantes,  de inicial y básica del sistema educativo público Dominicano.

Alexander De Jesús Britto
Orientador Profesional
La voz de alarma la dieron los medios de comunicación, como siempre;  esta vez en voz de los periodistas Huchi Lora, y Nuria Piera, quienes llevaron el caso hasta las últimas consecuencias,  pese a ser acusados de falsear la verdad y servir a sectores interesados, sus denuncias forzaron al ministerio de Educación, a la apertura de una investigación exhaustiva.

Conocidos son los casos de intoxicación de estudiantes, en escuelas de  Villa Altagracia, Bonao,  Santiago, Nagua, Cotuí, Puerto  Plata y  San Francisco,  solo por mencionar algunas. En aquella ocasión  por la gravedad del caso, se suspendió el suministro del  desayuno escolar, poco antes de finalizar el año, lo que significó que los estudiantes pobres, que son los que se benefician de este programa se quedaran sin su ración.

El mismo ministro encabezó la investigación, sobre las sonadas denuncias de irregularidades, por  el daño que estaba coaccionando a  la salud de los estudiantes, la ingesta de lo que se supone serviría para alimentarlos. Se reunieron muestras en los centros donde habían ocurrido los hechos más alarmantes, y la llevaron  a varios laboratorios, incluso se sabe que hubo muestras que hasta se analizaron fuera del país.

Concluidas las investigaciones, el flamante ex adepeista y secretario de educación, hoy ministro, el profesor Melanio Paredes,  anunció al país  que las investigaciones habían arrojado, que en el hecho habían actuado “manos criminales” que saboteaban algunos lotes específicos y de esos lotes, algunas raciones con la intención de desacreditar el programa, que hasta entonces beneficiaba a casi dos millones de estudiantes de los estratos más bajos de nuestra sociedad.

Lo realmente insólito de esta  denuncia, no es que el ministro haya dicho que en el caso del desayuno escolar, actuaron manos criminales para sabotearlo,  sino que por el hecho no se haya levantado ningún expediente en contra de los responsables. Peor aun, el ministerio público, el organismo encargado de perseguir  el crinen muy a pesar de estar  sabedores de la denuncia, no han hecho caso de la misma y todo sigue, como si nada ha pasado.

En un país que se respeta  el solo hecho de producirse una declaración como esa,  en labios de un funcionario de la categoría de Melanio, sería  más que suficiente,  para el sometimiento a la justicia de los responsables, porque  a todas luces constituye un atentado criminal, contra los que no tienen quien los defienda. Estos niños y niñas, muchos de los cuales tienen como único motivo para asistir a las escuelas públicas,  precisamente las raciones de alientos que les proporciona el Estado, por medio de la cartera de educación,  pero jamás esperarían ser intoxicados, y mucho menos de forma intencional, todo esto por una lucha de poder entre sectores productores de leche del país.

Pienso firmemente que el señor ministro de educación, debe ser más responsable con su denuncia, y no quedarse en los albores de la mera información. Debe actuar en consecuencia y someter a la justicia, a los verdaderos responsables de tal ignominia.  De no hacerlo, se convierte  en cómplice, lo cual resultaría mucho más repugnante, toda vez que su deber es  regular todo lo concerniente a la educación pública, incluyendo el desayuno escolar.

A inicios de este año, se relanzó de nuevo el programa de desayuno escolar. Cada Centro educativo fue obligado a hacer el ridículo disque con un acto de relanzamiento del desayuno escolar.  Y lo digo así, porque todos pensábamos que se trataba  de algo nuevo, sin embargo las raciones son las mismas y distribuidas por las mismas compañías, la misma que se ha denunciado que están dando a los estudiantes, leche sin los nutrientes  esenciales para la alimentación y que ellos se comprometieron a servir.

En China por ejemplo,  el año pasado ocurrió un caso muy ilustrativo de lo que hace un país cuando se atenta contra la salud de los que no pueden defenderse. Hubo un alto funcionario del gobierno, que recibió 500 mil dólares de soborno, para permitir mezclar en medicamentos para bebe, una sustancia que abarataría los costos de producción,  y les permitiría a los fabricantes tener mayor margen de ganancia, pero que le ocasionaría daños a la salud de los infantes.

En una investigación realizada por el ministerio de salud de China, se determinó que actuaron manos criminales en el caso. El funcionario sobornado confesó su participación en  el sabotaje, y  aceptó haber sido sobornado. La sentencia fue la máxima por haber puesto en peligro las vidas de quienes está llamado a proteger “pena de muerte”. Por supuesto nuestra legislación no contempla la pena capital, ni estamos propugnando por eso, pero la lectura es clara: ellos aplicaron la pena máxima que tienen en su país, para un caso de sabotaje y atentatorio contra la vida de inocentes, como el caso del desayuno escolar aquí.

Nunca es tarde si se quiere hacer justicia, otra ves han surgido problemas con el desayuno escolar. En el municipio de Luperón en Puerto Plata, han ocurrido algunos casos de intoxicación, y el tema vuelve de nuevo a la palestra pública, lo cual es un muy buen momento para que el ministro de Educación haga lo que tiene que hacer, y asuma su compromiso como funcionario público, y si no puede o está muy comprometido con los sectores saboteadores ¡que renuncie!

¡He dicho!





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