martes, 16 de junio de 2015

El desarrollo cognitivo


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Alexander De Jesús  Brito
Psicopedagogo
La teoría del desarrollo cognitivo de Piaget descubre los estadios del desarrollo que experimenta el individuo iniciando  en la infancia hasta la adolescencia.  Explica cómo las estructuras psicológicas se desarrollan a partir de los reflejos innatos, se organizan durante la infancia en esquemas de conducta, se internalizan durante el segundo año de vida como modelos de pensamiento, y se desarrollan  en complejas estructuras intelectuales que caracterizan la vida adulta.

Una parte básica de la teoría del desarrollo cognitivo lo es  el desarrollo del pensamiento lógico matemático. Partiendo  de lo planteado por Piaget la fuente de este razonamiento está en el sujeto y éste lo construye por  lo que el Piaget  denominó abstracción reflexiva.  Este conocimiento surge como una derivación  de la coordinación de las acciones que realiza el sujeto con los objetos. El ejemplo más típico aportado por Piaget al desarrollo del pensamiento lógico matemático es el número, si nosotros vemos tres objetos frente a nosotros ningún lado vemos el  numero tres, éste es más bien producto de una abstracción de las coordinaciones de acciones que el sujeto ha realizado, cuando se ha enfrentado a situaciones donde se encuentren tres objetos.

El conocimiento lógico matemático es el que construye el niño al relacionar las experiencias obtenidas en la manipulación de los objetos. Por ejemplo, el niño diferencia entre un objeto de textura áspera con uno de textura lisa y establece que son diferentes. El conocimiento lógico matemático surge de una abstracción reflexiva, ya que este conocimiento no es observable y es el niño quien lo construye en su mente a través de las relaciones con los objetos, desarrollándose siempre de lo más simple a lo más complejo, teniendo como particularidad que el conocimiento adquirido una vez procesado no se olvida, ya que la experiencia no proviene de los objetos sino de su acción sobre los mismos. De allí que este conocimiento posea características propias que lo diferencian de otros conocimientos.

Las operaciones lógico matemáticas, antes de ser una actitud puramente intelectual, requiere en el preescolar la construcción de estructuras internas y del manejo de ciertas nociones que son, ante todo, producto de la acción y relación del niño con objetos y sujetos y que a partir de una reflexión le permiten adquirir las nociones fundamentales de clasificación, seriación y la noción de número. El adulto que acompaña al niño en su proceso de aprendizaje debe planificar didáctica de procesos que le permitan interaccionar con objetos reales, que sean su realidad, entiéndase personas, juguetes, ropa, animales, plantas.

Otro aporte de singular importancia de la teoría de Piaget, lo constituye el conocimiento social. Este conocimiento, puede ser dividido en convencional y no convencional. El social convencional, es producto del consenso de un grupo social y la fuente de éste conocimiento está en los otros, como por ejemplo, amigos, padres y maestros. Algunos ejemplos serían: que los domingos no se va a la escuela, que no hay que hacer ruido en un examen,  que se respete a los mayores, y que no se toman las cosas ajenas sin permiso. El conocimiento social no convencional, sería aquel referido a nociones o representaciones sociales y que es construido y apropiado por el sujeto. Ejemplos de este tipo serían: noción de rico y pobre, noción de ganancia, noción de trabajo, representación de autoridad.
Ningún conocimiento es una copia de lo real, porque incluye, de forma forzosa, un proceso de asimilación a estructuras anteriores; lo que equivale a decir, una integración de estructuras previas. De esta forma, la asimilación maneja dos elementos: lo que se acaba de conocer y lo que significa dentro del contexto del ser humano que lo aprendió. Por esta razón, conocer no es copiar lo real, sino actuar en la realidad y transformarla.

Las conductas adquiridas llevan consigo procesos de autorregulación, que nos indican cómo debemos percibirlas y aplicarlas. El conjunto de las operaciones del pensamiento, en especial las operaciones lógico matemáticas, son un amplio sistema autoregulador, que garantiza al pensamiento su autonomía y coherencia.

De manera general se puede decir que el desarrollo cognitivo ocurre con la reorganización de las estructuras cognitivas como consecuencia de procesos adaptativos al medio, a partir de la asimilación de experiencias y acomodación de las mismas de acuerdo con el equipaje previo de las estructuras cognitivas de los aprendices. Si la experiencia física o social entra en conflicto con los conocimientos previos, las estructuras cognitivas se reacomodan para incorporar la nueva experiencia y es lo que se considera como aprendizaje.

La teoría de Piaget ha sido denominada epistemología genética porque estudió el origen y desarrollo de las capacidades cognitivas desde su base orgánica, biológica, genética, encontrando que cada individuo se desarrolla a su propio ritmo. Describe el curso del desarrollo cognitivo desde la fase del recién nacido, donde predominan los mecanismos reflejos, hasta la etapa adulta caracterizada por procesos conscientes de comportamiento regulado. En el desarrollo genético del individuo se identifican y diferencian periodos del desarrollo intelectual, tales como el periodo sensorio-motriz, el de operaciones concretas y el de las operaciones formales. Piaget considera el pensamiento y la inteligencia como procesos cognitivos que tienen su base en un substrato orgánico biológico determinado que va desarrollándose en forma paralela con la maduración y el crecimiento biológico.




domingo, 1 de febrero de 2015

El deficit de atención y fracaso escolar

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Alexander De Jesús Brito
Psicopedagogo
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual muy prevalente que según estimaciones, afecta entre un 5 y un 10 % de la población infanto-juvenil, siendo unas tres veces más frecuente en varones que en hembras. Se han demostrado diferencias entre diversas áreas geográficas, grupos culturales y niveles socioeconómicos.  Este trastorno representa entre el 20 % y el 40 % de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.

Se trata de un trastorno del comportamiento,  caracterizado por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. Tiene una respuesta muy alta al tratamiento, aunque se acompaña de altas tasas de comorbilidad psiquiátrica.

 Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM),  los síntomas  del TDAH, empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos. Este  trastorno se identificó primero en la edad infantil. Sin embargo, a medida que mejor se comprendía, se fue reconociendo su carácter crónico, ya que persiste y se manifiesta hasta después de la adolescencia. Los estudios de seguimiento a largo plazo han demostrado que entre el 60 y el 75 % de los niños con TDAH continúa presentando los síntomas hasta su edad adulta.

Históricamente, este trastorno ha recibido distintas caracterizaciones e innumerables denominaciones, lo que dificulta las consultas de la literatura especializada. Cabe agregar que la sigla inglesa ADHD (Attention-Deficit Hyperactivity Disorder) se usa ampliamente para referirse a este síndrome  y a otra más de similar manifestación.

 En la ocurrencia del TDAH, se han demostrado factores de origen hereditario  en un 80 % de los casos. Diversos estudios demuestran que no hay una transmisión familiar del trastorno. En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de TDAH es de un 20 %.  Para explicar esa minoría de casos, se ha propuesto la intervención de causas multifactoriales que suponen también factores genéticos, aunque en combinación con factores ambientales.

Se han realizado diversos estudios que mencionan los patrones similares en la historia del individuo con TDAH. En la historia prenatal se cita que las madres padecieron un estado de salud, en el cual estuvieron ingiriendo medicamentos, consumo de sustancias alcohólicas durante el embarazo. En la parte perinatal del embarazo, los bebés tuvieron complicaciones después del nacimiento, presentaron sufrimiento fetal, las madres sufrieron de eclampsia, los partos duraron de 7 a 12 horas, y los bebés tuvieron un peso menor a 2 kg por gestación menor a 8 meses. 

El TDAH es un trastorno que incide significativamente en el desempeño escolar de los alumnos u alumnas que lo padecen.  Este trastorno se manifiesta frecuentemente en niños con una historia familiar de disfunción, aunque estudios recientes también demuestran que el déficit puede también presentarse en niños con una base familiar solida.


Con frecuencia los docentes se ven sin alternativas para trabajar con estos niños, y la salida más común es separarlo de sus clases. Sin embargo este tipo de decisión incrementa la ansiedad en el alumno y por consiguiente incrementa también la frustración, lo que con frecuencia deviene en la deserción y fracaso escolar del púber.

martes, 13 de enero de 2015

No procede señor ministro

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Alexander De Jesús Brito
Psicopedagogo
En el 2013 el ministerio de educación abrió las puertas para pertenecer a sus filas como docentes, a muchos de los profesionales graduados de las universidades del país y fuera de el, sin importar el área de especialización, y mucho menos sin importar que tengan o no relación con la labor docente.

En aquella ocasión expusimos por escritos nuestros planteamientos oponiéndonos a dicha decisión  calificándola como un “lamentable desatino”. Y es que en más de una oportunidad y en mucho más de un círculo, hemos sustentados con base legal, y con la experiencia  de 10 años como psicopedagogo, que esta decisión es improcedente y además innecesaria; peor aun resultaría  una estocada mortal al sistema educativo nacional.

En esta oportunidad nueva vez el ministerio de educación convoca a concurso de oposición para quienes quieren pertenecer al sistema educativo, como docente. En este llamado se repite la historia del 2013 y de nuevo se convoca a profesionales que nada tienen que ver con la labor educativa violentando con el llamado la constitución dominicana, la ley general de educación y la el pacto por la educación, hechos que sustentamos a continuación.

Comencemos por la labor científica de educar.  Enseñar no solo es una vocación, sino que también es una labor científica, puesto que la educación es “una ciencia” en tal acuerdo las universidades públicas y privadas, ofrecen la carrera de educación  en sus distintas menciones, como alternativa viable a las necesidades de instrucción que se ciernen en toda ciudadanía. Por tanto en ningún país del mundo se le ocurriría, poner de maestros a personas que no tienen vínculos con la enseñanza, salvo en aquellos casos donde se compruebe existe una emergencia nacional provocada por la falta de esos profesionales, que no es el caso en nuestro país caso contrario resultaría  un retroceso.

En segundo lugar la constitución dominicana en su artículo 63 numeral 5  establece  el deber de Estado  en reconocer  la  docencia  como una carrera  y una profesión, en tal sentido no puede ser una labor improvisada, ni circunstancial.  

En tercer lugar la ley que rige el sistema educativo dominicana es la , 66-97; esta ley en sus artículos 134 y 136, prohíbe taxativamente  la labor docente a otros profesionales que no sean del área de la educación, y solo lo admite para áreas muy especiales; por lo que esta decisión también es una violación a  esta ley, por lo que  de ser acatado  el llamado del ministerio y permitir ingresar a educación  a profesionales de otras áreas ajenas a la enseñanza es pasible de nulidad por violentar la constitución dominicana y la ley general de educación.

Es  oportuno el espacio y la ocasión para dejar por sentado, que  en lo personal no estamos en contra de que otros profesionales  estén interesados en  ser  educadores, sin embargo  también entendemos que el asunto debería ser reciproco,  es decir que un maestro con un año de pasantía en un hospital público, debe permitírsele ejercer la medicina, por ejemplo, o con una instrucción mínima en leyes, se le permita ejercer  el derecho en los tribunales.

Si los médicos, los abogados, los ingenieros,  permiten ejercer en sus respectivas áreas   a profesionales que no sean egresados de sus escuelas, tampoco para educación debe establecerse una excepción. La experiencia de Cuba debe servirnos de ejemplo, ya ellos hicieron lo propio permitiendo que otros profesionales ejerzan como maestros y los resultados  fueron que el nivel educativo de Cuba descendió a niveles tales que en las últimas mediciones regionales que se han hecho en materia de educación, los cubanos no han participado por temor a  no quedar en los lugares privilegiados que siempre han ocupado.


Si de verdad el ministerio de educación tiene la necesidad de maestros  que requiera el auxilio de otras profesiones para suplirlos, la solución  está mejor orientada permitiéndoles a los estudiantes de termino de las diferentes menciones de educación y aquellos que están realizando pasantías tesis o monografías, o que  estudian en las distintas escuelas de formación docente existente en el país que participen en el concurso, comprometiéndolos a culminar sus estudios en el año de prueba que se establece luego de pasado el concurso. Esta salida es más  atinada y no violaría las leyes y la constitución, contrario a lo que ocurriría si otros profesionales  ejercen como docentes  dando paso a un lamentable error. 

lunes, 5 de enero de 2015

La Psicopedagogía Contemporánea

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Alexander De Jesús Brito
La psicopedagogía educativa contemporánea se debate en dos posturas epistemológicas contrapuestas: una perspectiva que asume que los profesores actúan como transmisores de un cuerpo fijo de contenido que envían a los aprendices pasivos, quienes actúan como receptores y donde la enseñanza exitosa implica la transmisión eficiente del contenido que se pretende lograr.
Otra perspectiva supone una participación activa del sujeto que aprende, en tanto el aprendizaje se concibe como un proceso de construcción activa de significados. Si comparamos ambas perspectivas, podemos observar que de éstas, se derivan distintos modelos de enseñanza y aprendizaje que privilegian enfoques, estilos de enseñanza, estrategias de aprendizaje y formas de relacionarse con el aprendiz y el conocimiento, de manera diferente.

En efecto, en tanto el modelo transmisor, concibe el conocimiento como un cuerpo de información fijo, transmitido del profesor o del texto a los estudiantes. Lógicamente, un modelo con estas características trae como consecuencia una interacción maestro-alumno vertical y asimétrica, donde el docente explica, analiza el grado de comprensión y juzga las respuestas correctas del estudiante y éstos, a su vez, replican o memorizan lo que se les ha explicado o modelado.

En cambio, en el modelo de construcción social del conocimiento, el conocimiento se concibe como interpretaciones en desarrollo, construido por medio de la discusión, el estudio y la sistematización. Por consiguiente, la interacción maestro-alumno muestra una horizontalidad y una bidireccionalidad sustentada sobre la simetría. El docente actúa como líder de la discusión, plantea preguntas, busca esclarecimientos, promueve el diálogo y la discusión reflexiva de redes de conocimiento conectados, basados en ideas divergentes.

En este último modelo se enfatizan las aplicaciones a cuestiones y problemas auténticos que requieren de destrezas complejas de pensamiento. Los estudiantes colaboran actuando como comunidades de aprendizaje que construyen conocimientos compartidos por medio del diálogo sostenido.
Desde este enfoque la tarea del docente es enseñar a pensar y actuar y no solo presentar información, sino proporcionar andamiajes que sirvan de soporte a los esfuerzos de aprendizaje de los estudiantes.


Según Clavell y otros (1977) el modelo de enseñanzapor construcción  estaría sustentado en diversos tipos de conocimiento que utilizamos durante el aprendizaje a saber: procesos cognitivos básicos, conocimiento estratégico y conocimiento metacognitivo, los cuales interactúan en forma compleja e intrincada durante el aprendizaje.

A su vez, Beltrán (1987) hace referencia al tipo de habilidades cognitivas que ha de desarrollar el docente, que, a la luz de de este enfoque serían las siguientes: habilidades de búsqueda de información, de asimilación y retención de la información, habilidades organizativas, inventivas y creativas, analíticas, de toma de decisiones, de comunicación, sociales, metacognitivas y autorreguladoras.

Ahora bien, al analizar la problemática de la calidad de los aprendizajes en nuestro contexto socioeducativo, a la luz de las concepciones antes planteadas, nos encontramos con la necesidad de impulsar políticas que focalicen los procesos de gestión curricular del aula, como espacio privilegiado, de toda acción del sistema encaminado a elevar la calidad de dichos procesos.

En la búsqueda de tales propósitos, se hace necesario crear nuevas condiciones, métodos y estrategias que favorezcan los aprendizajes y sobre todo, que hagan más eficientes los procesos y las relaciones que se gestan al interior del aula. Persiguiendo esta finalidad, en algunos países de la Región Latinoamericana, como es el caso de Chile, Colombia y los países de Centroamérica  y recientemente República Dominicana, entre otros, se ha estado retomando, el enfoque de las competencias, como mediación indispensable para avanzar en la concreción curricular.

Según Sergio Tobón (2004) la formación basada en competencias constituye una propuesta que parte del aprendizaje significativo y se orienta a la formación humana integral, como condición esencial de todo proyecto pedagógico; integra la teoría con la práctica en las diversas actividades; promueve la continuidad entre todos los niveles educativos; fomenta la construcción del aprendizaje autónomo; orienta la formación y el afianzamiento del proyecto  de vida y fundamenta la organización curricular con base en proyectos y problemas, trascendiendo de esta manera el currículo basado en asignaturas.

Conviene señalar, no obstante, que el campo de la noción de competencia que actualmente se emplea en el ámbito de la educación, no proviene de un único paradigma teórico como propone Zubiría (2002), sino que se fundamenta en múltiples fuentes teóricas provenientes de la psicología, la lingüística, la sociología, la educación para el trabajo y la filosofía, como se analiza a continuación.


Las Competencias:

Las múltiples definiciones que existen en la literatura sobre el concepto de competencias, la mayoría remiten prácticamente a una misma cuestión: ser competente, es decir, la capacidad de enfrentar la vida, teórica, creativa, emocional y afectivamente, alcanzando los propósitos perseguidos de una manera eficiente.

Ducci (1997) las define como "el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea". Para Senge (2000) todos los seres humanos, no importa la edad o la condición, tenemos el potencial para alcanzar alguna cosa significativa. La condición fundamental es que se den condiciones favorables para el aprendizaje, al mismo tiempo que las personas sean estimadas. Este importante supuesto, es el que aparece de manera permanente en su concepción de que un aula que aprende es aquella donde se ponen en ejecución métodos y estrategias, así como una infraestructura propicia para que en los procesos de relación que se gestan, todos los actores (o autores como llama UNESCO) fomenten de manera deliberada el éxito de sus compañeros.

En su obra "Escuelas que Aprenden", Senge  nos habla de cinco disciplinas, que al final pueden ser comprendidas como competencias, y que él las entiende como indispensables para el éxito futuro:

Ø  Dominio personal: práctica de crear una imagen coherente de su visión personal, el resultado que anhela obtener en la vida, junto con una evaluación objetiva de la actual realidad de su vida.

Ø  Visión compartida: implica tener un propósito común, que permita aprender a alimentar un sentido de compromiso en un grupo u organización, desarrollando imágenes compartidas del futuro que buscan crear y guías que les ayuden a alcanzar esa meta.

Ø  Modelos mentales: desarrollo de conciencia de actitudes y percepciones, las de uno mismo y las de sus compañeros. Contribuye a definir más clara y honradamente la cotidianidad.

Ø  Aprendizaje en equipos: permitiendo construir un criterio colectivo, movilizando las energías del grupo para alcanzar metas comunes y desarrollar una inteligencia y una capacidad mayores que la suma de los talentos individuales de los miembros del grupo.


Ø  Pensar de manera sistémica: aprendiendo a entender mejor la interdependencia y el cambio.
Estas disciplinas o competencias son adquiridas y desarrolladas a lo largo de un trabajo arduo y constante, donde el tipo de organización (social o intelectual) que ellas generan, inciden de manera decidida a transformar las prácticas individuales y colectivas, propiciando de esta manera nuevos contenidos de la conciencia.

Por su lado Mertens (1996) establece  tres grandes modelos en el estudio de las competencias:
Ø  El modelo conductista, que hace énfasis en el papel de las características de las personas, intentando determinar las características que posibilitan el desempeño exitoso.

Ø  El modelo funcional caracterizado por su perspectiva pragmática y funcional, con énfasis en lo que una persona debe hacer o debería estar en condiciones de hacer.

Ø  El modelo constructivista que pone atención en el carácter emergente de las competencias, teniendo como base el proceso de elaboración por parte de los sujetos o los actores.

En el campo de la psicopedagogía, y de manera particular el de la psicología organizacional, desde el punto de vista de Cowling y James (1997), el concepto de competencias puede ser valorado a partir de los requerimientos que los seres humanos deben exhibir en su relación con el trabajo. Entre estos requerimientos se hace referencia a los motivos, rasgos, concepto de sí mismo, conocimientos y capacidades cognoscitivas y conductuales.

No perdamos de vista, por lo demás, el hecho de que el ser humano, al mismo tiempo que es un ser particular e individual, es un ser social, que se constituye en un proceso social complejo y de toda la vida. Esta dimensión social humana aporta el contexto socio-cultural en que se configura y expresa toda acción humana particularmente en su formación educativa.



domingo, 4 de enero de 2015

La Psicopedagogía Contemporánea

Alexander De Jesús Brito
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La psicología educativa contemporánea se debate en dos posturas epistemológicas contrapuestas: una perspectiva que asume que los profesores actúan como transmisores de un cuerpo fijo de contenido que envían a los aprendices pasivos, quienes actúan como receptores y donde la enseñanza exitosa implica la transmisión eficiente del contenido que se pretende lograr.


Otra perspectiva supone una participación activa del sujeto que aprende, en tanto el aprendizaje se concibe como un proceso de construcción activa de significados. Si comparamos ambas perspectivas, podemos observar que de éstas, se derivan distintos modelos de enseñanza y aprendizaje que privilegian enfoques, estilos de enseñanza, estrategias de aprendizaje y formas de relacionarse con el aprendiz y el conocimiento, de manera diferente.

En efecto, en tanto el modelo transmisor, concibe el conocimiento como un cuerpo de información fijo, transmitido del profesor o del texto a los estudiantes. Lógicamente, un modelo con estas características trae como consecuencia una interacción maestro-alumno vertical y asimétrica, donde el docente explica, analiza el grado de comprensión y juzga las respuestas correctas del estudiante y éstos, a su vez, replican o memorizan lo que se les ha explicado o modelado.
En cambio, en el modelo de construcción social del conocimiento, el conocimiento se concibe como interpretaciones en desarrollo, construido por medio de la discusión, el estudio y la sistematización. Por consiguiente, la interacción maestro-alumno muestra una horizontalidad y una bidireccionalidad sustentada sobre la simetría. El docente actúa como líder de la discusión, plantea preguntas, busca esclarecimientos, promueve el diálogo y la discusión reflexiva de redes de conocimiento conectados, basados en ideas divergentes.

En este último modelo se enfatizan las aplicaciones a cuestiones y problemas auténticos que requieren de destrezas complejas de pensamiento. Los estudiantes colaboran actuando como comunidades de aprendizaje que construyen conocimientos compartidos por medio del diálogo sostenido.

Desde este enfoque la tarea del docente es enseñar a pensar y actuar y no solo presentar información, sino proporcionar andamiajes que sirvan de soporte a los esfuerzos de aprendizaje de los estudiantes.

Según Clavell y otros (1977) el modelo de enseñanza por construcción  estaría sustentado en diversos tipos de conocimiento que utilizamos durante el aprendizaje a saber: procesos cognitivos básicos, conocimiento estratégico y conocimiento metacognitivo, los cuales interactúan en forma compleja e intrincada durante el aprendizaje.

A su vez, Beltrán (1987) hace referencia al tipo de habilidades cognitivas que ha de desarrollar el docente, que, a la luz de de este enfoque serían las siguientes: habilidades de búsqueda de información, de asimilación y retención de la información, habilidades organizativas, inventivas y creativas, analíticas, de toma de decisiones, de comunicación, sociales, metacognitivas y autorreguladoras.

Ahora bien, al analizar la problemática de la calidad de los aprendizajes en nuestro contexto socioeducativo, a la luz de las concepciones antes planteadas, nos encontramos con la necesidad de impulsar políticas que focalicen los procesos de gestión curricular del aula, como espacio privilegiado, de toda acción del sistema encaminado a elevar la calidad de dichos procesos.

En la búsqueda de tales propósitos, se hace necesario crear nuevas condiciones, métodos y estrategias que favorezcan los aprendizajes y sobre todo, que hagan más eficientes los procesos y las relaciones que se gestan al interior del aula. Persiguiendo esta finalidad, en algunos países de la Región Latinoamericana, como es el caso de Chile, Colombia y los países de Centroamérica  y recientemente República Dominicana, entre otros, se ha estado retomando, el enfoque de las competencias, como mediación indispensable para avanzar en la concreción curricular.

Según Sergio Tobón (2004) la formación basada en competencias constituye una propuesta que parte del aprendizaje significativo y se orienta a la formación humana integral, como condición esencial de todo proyecto pedagógico; integra la teoría con la práctica en las diversas actividades; promueve la continuidad entre todos los niveles educativos; fomenta la construcción del aprendizaje autónomo; orienta la formación y el afianzamiento del proyecto  de vida y fundamenta la organización curricular con base en proyectos y problemas, trascendiendo de esta manera el currículo basado en asignaturas.

Conviene señalar, no obstante, que el campo de la noción de competencia que actualmente se emplea en el ámbito de la educación, no proviene de un único paradigma teórico como propone Zubiría (2002), sino que se fundamenta en múltiples fuentes teóricas provenientes de la psicología, la lingüística, la sociología, la educación para el trabajo y la filosofía, como se analiza a continuación.

Las Competencias

Las múltiples definiciones que existen en la literatura sobre el concepto de competencias, la mayoría remiten prácticamente a una misma cuestión: ser competente, es decir, la capacidad de enfrentar la vida, teórica, creativa, emocional y afectivamente, alcanzando los propósitos perseguidos de una manera eficiente.

Ducci (1997) las define como "el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea". Para Senge (2000) todos los seres humanos, no importa la edad o la condición, tenemos el potencial para alcanzar alguna cosa significativa. La condición fundamental es que se den condiciones favorables para el aprendizaje, al mismo tiempo que las personas sean estimadas. Este importante supuesto, es el que aparece de manera permanente en su concepción de que un aula que aprende es aquella donde se ponen en ejecución métodos y estrategias, así como una infraestructura propicia para que en los procesos de relación que se gestan, todos los actores (o autores como llama UNESCO) fomenten de manera deliberada el éxito de sus compañeros.

En su obra "Escuelas que Aprenden", Senge (Op.Cit.) nos habla de cinco disciplinas, que al final pueden ser comprendidas como competencias, y que él las entiende como indispensables para el éxito futuro:

·        Dominio personal: práctica de crear una imagen coherente de su visión personal, el resultado que anhela obtener en la vida, junto con una evaluación objetiva de la actual realidad de su vida.

·        Visión compartida: implica tener un propósito común, que permita aprender a alimentar un sentido de compromiso en un grupo u organización, desarrollando imágenes compartidas del futuro que buscan crear y guías que les ayuden a alcanzar esa meta.

·        Modelos mentales: desarrollo de conciencia de actitudes y percepciones, las de uno mismo y las de sus compañeros. Contribuye a definir más clara y honradamente la cotidianidad.

·        Aprendizaje en equipos: permitiendo construir un criterio colectivo, movilizando las energías del grupo para alcanzar metas comunes y desarrollar una inteligencia y una capacidad mayores que la suma de los talentos individuales de los miembros del grupo.
·        Pensar de manera sistémica: aprendiendo a entender mejor la interdependencia y el cambio.

En el campo de la psicopedagogía, y de manera particular el de la psicología organizacional, desde el punto de vista de Cowling y James (1997), el concepto de competencias puede ser valorado a partir de los requerimientos que los seres humanos deben exhibir en su relación con el trabajo. Entre estos requerimientos se hace referencia a los motivos, rasgos, concepto de sí mismo, conocimientos y capacidades cognoscitivas y conductuales.

 No perdamos de vista, por lo demás, el hecho de que el ser humano, al mismo tiempo que es un ser particular e individual, es un ser social, que se constituye en un proceso social complejo y de toda la vida. Esta dimensión social humana aporta el contexto socio-cultural en que se configura y expresa toda acción humana particularmente en su formación educativa.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Importancia de la psicopedagogía Infantil


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Alexander  De Jesús Brito
psicopedagogo

La importancia verdadera de un psicopedagogo infantil  en los centros escolares es que éste, al tener conocimientos amplios sobre la neurociencia cognitiva, procesamiento de la información, y de la conducta humana, su labor dentro de la enseñanza-aprendizaje de los niños resulta ser  mucho más efectiva.

 Y es que la unión de la psicología  la educación y pedagogía hacen de la persona que lo ejerce un profesional capacitado para brindar herramientas precisas y personalizadas a  niños que lo ameriten por razones múltiples. Es que en esta nueva era se necesitan profesionales que puedan brindar soluciones acertadas, debido a la multiplicidad de necesidades educativas que surgen propias de las problemáticas generales que encara el mundo globalizado.

Las problemáticas educativas a nivel infantil  no sólo se circunscribe  al común niño distraído, sino que el campo de acción del psicopedagogo, abarca también  a niños con Déficit de atención, Hiperactividad, Dislalia, Dislexia, Discalculia, Problemas de depresión, de aprendizaje, problemas de conducta, de lecto-escritura, de adaptabilidad, entre otros.

Los grandes cambios que ameritan la sociedad moderna, incluye también profundos cambios educativos, cambios que focalicen la inclusión, y la construcción de un espacio  efectivo donde todas y todos aprendan. Esos cambios  educativos que necesita nuestra sociedad, no podrá jamás ser posible sino contamos con profesionales capacitados, y ahí radica la importancia de los psicopedagogos Infantiles, ellos serán los responsables de ayudar, tratar y guiar a niños en toda su etapa infantil que como todos sabemos es donde se empiezan a cimentar los conocimientos, valores, conductas y comportamientos que se tendrá de adulto.

Existen niños o adolescentes que por diferentes causas no logaran alcanzar su meta educativa, ni siquiera a nivel primario, esto así  debido a que presentan desajustes que condicionan su evolución personal y  como consecuencia lógica, su progreso escolar; por ello cuando se presentan  estas problemáticas es de suma importancia que intervenga un profesional de la psicopedagogía para su temprana evaluación y para que junto al maestro de base establecer las estrategias pertinentes que den lugar al cumplimiento de las metas educativas.

La psicopedagogía infantil es una rama de la psicopedagogía general, que en los países desarrollados hace mucho tiempo resaltaron su importancia, y que en los países en vía de desarrollo también está  experimentando un importante progreso cada vez más fuerte.

Los y las profesionales de la psicopedagogía son un personal aunque escaso, cada vez más importante debido a que están  capacitados para brindar las herramientas y tratamiento a todos los niños, adolescentes y jóvenes que presenten algún desajuste en su  aprendizaje, conducta, o habilidades sociales, en la existencia de estas necesidades estriba su importancia.



jueves, 9 de enero de 2014

niños, tímidos o inhibidos?

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Alexander Brito
Psicopedagogo
Usualmente los niños son bastante francos y espontáneos a la hora de comunicarse con sus semejantes sobre todo si son adultos. Esta es una característica de que el desarrollo infantil marcha por camino correcto. Pero muchas veces, dentro del grupo de amigos de nuestros hijos, vemos a uno que se queda aislado,  mientras el resto juega y se divierte de lo mas animados. A veces la explicación está en cierto rechazo que el propio niño genera, pero en otras,  es el propio pequeño quien se autolimita y se aísla y se retrae.

La timidez y la vergüenza de los niños.
Cuando estamos ante un caso como este, muchas personas tienden a colocar bajo la misma sombrilla a los niños tímidos y a los que padecen de inhibición conductual, patología que incluso es tratada por los especialistas en psiquiatría infantil. La timidez es una forma de ansiedad que surge en el contexto de ciertas situaciones sociales, principalmente en aquellas en las que el niño siente que existe una o más "figuras de autoridad" que lo evalúan constantemente, o cuando el chico manifiesta cierta inconformidad con lo que sucede en su entorno, o cuando no se está en total dominio de la situación. La timidez es posible superarla en la misma medida en que el pequeño gane confianza en sí mismo, tarea en la que mucho podemos ayudar desde casa.

Por el contrario la  inhibición conductual, se expresa tanto en situaciones sociales como no sociales, y no es una respuesta a una circunstancia específica de evaluación, sino que es un rasgo del temperamento definido por el miedo extremo ante la novedad. Un niño inhibido experimenta una gran ansiedad ante lo nuevo, incierto o cambiante, y por esa razón se retrae y evita el contacto con cualquier cosa que pueda generar esos estímulos. Entre los síntomas de esa inhibición patológica se describen los largos preámbulos que se toma el niño antes de responder a un estímulo (a veces nunca llega a hacerlo): El retraimiento, el cese del juego y de las conversaciones, la tendencia a permanecer cerca del cuidador, la hipersensibilidad y el llanto fácil, las expresiones faciales de miedo, y la prudencia excesiva, pueden ser características de inhibición.

Investigaciones al respecto han certificado la relación existente entre este tipo de inhibición conductual en la infancia con cuadros ansiosos y depresivos desarrollados durante la adolescencia y la adultez, por lo que si tiene dudas acerca del comportamiento de su pequeño sería muy conveniente la opinión de un especialista que defina si se trata de un niño tímido o retraído, para la detección temprana resulta en la solución del problema y en menos dificultades en la adolescencia.

domingo, 21 de julio de 2013

LAMENTABLE DESATINO


Alexander Britto
Psicopedagogo
El ministerio de educación abrió las puertas para pertenecer a sus filas como docentes, a todos los profesionales graduados de las universidades del país y fuera de el, sin importar el área de especialización, y mucho menos sin importar que tengan o no relación con la labor docente.

En más de una oportunidad y en mucho más de un círculo, he dicho con base legal, y basado en la experiencia docente, que esta decisión es un “desatino” y  una estocada mortal al sistema educativo nacional.

Comencemos por la labor científica de educar.  Enseñar no solo es una vocación, sino que también es una labor científica, puesto que la educación es “una ciencia” en tal acuerdo las universidades públicas y privadas, ofrecen la carrera de educación como alternativa viable a las necesidades de instrucción que se ciernen en toda ciudadanía. Por tanto en ningún país del mundo se le ocurriría, poner de maestros a personas que no tienen vínculos con la enseñanza, esto porque además  de ser una afrenta, es un retroceso.

En nuestro país, la ley general de educación, 66-97, en sus artículos 134 y 136, prohíbe taxativamente  la labor docente a otros profesionales que no sean educadores, y solo lo admite para áreas muy especiales; por lo que esta decisión también es una violación a la ley, por lo que cualquier ciudadano interesado, acudir ante los tribunales correspondientes, y pedir la revocación de la decisión.

Es bueno aclarar, que no estamos en contra de que otros profesionales quieran pertenecer al circulo de educadores, sin embargo si se admite esto, debería ser reciproco para los educadores también; es decir que un maestro con un año de pasantía en un hospital público, debe permitírsele ejercer la medicina, por ejemplo, o con una instrucción minima en leyes, se le permita ejercer  el derecho en los tribunales.

Si los médicos, los abogados, los ingenieros,  provine ejercer en sus respectivas áreas a profesionales que no sean egresados de sus escuelas, tampoco para educación debería establecerse una excepción, en contrario permitirlo seria un lamentable desatino.


domingo, 27 de enero de 2013

La orientacion educativa, oriegen y fundamento.



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Alexander Britto
Psicopedagogo
La orientación  en sentido general se concibe como un proceso, de ayuda, es decir un camino o itinerario a transitar de manera individual por parte del alumnado, con la guía permanente del docente, orientador o psicopedagógo, de modo que el mismo pueda adaptarse satisfactoriamente al ambiente educativo.

La orientación como actividad educativa tiene sus inicios en Estados Unidos, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, con el auge y crecimiento de la actividad industrial, actividad que desplazó de los campos a muchas personas, que pronto se instalaron en las urbes, en donde no estaban acostumbrados a vivir, lo cual produjo también desajustes, en ellos y sus hijos, por lo que fue necesario “ajustarlos”  a sus nuevos puestos de trabajo, mediante un proceso de ayuda guiado. Entre los pioneros  de esta poderosa herramienta, podemos destacar, entre otros, a G. Merrill, Parsons, Davis y Goodvin, quienes  desarrollaron sus actividades en diferentes ciudades y estados de aquel país.

La nueva corriente de la educación llevada a cabo por estos y otros autores pronto se expande por Europa, implantándose también con la misma fuerza el viejo continente, destacando se en España por ejemplo los trabajos en este campo de Juan Huarte.


La orientación, en general, y la educativa, en particular, se hace muy necesaria hoy. La época en que vivimos es de continuos cambios y transformaciones que provocan una falta de referencias y de elementos que puedan servir de asideros permanentes, y fuente de diversos males psicopedagógicos. A la persona le resulta cada vez más difícil conocerse a sí mismo, relacionarse satisfactoriamente en el medio en que se desenvuelve, y conocer cual y cómo va a ser su actividad en el futuro.

 Este estado de inquietud y ansiedad hace que lleve a demandar ayuda a personal especializada con el fin de realizar una adecuada introspección, mejorar sus relaciones interpersonales, conocer el mundo del trabajo y perspectivas de empleo, ser eficiente en su empleo y por encima de todo, dar sentido a su vida en consonancia con sus aptitudes, intereses y expectativas.

La orientación escolar es, desde el punto de vista del alumnado, un servicio que debe servirse en un conjunto de acciones y servicios que ha de ofrecer el sistema educativo con el fin de favorecer la calidad y mejora de la enseñanza, através de los profesionales de la orientación, o los psicopedagógos.

La orientación educativa pretende optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje mediante el asesoramiento al alumnado, a lo largo de toda su escolaridad y ubicar de forma efectiva al alumno, hacia el mundo laboral.
La orientación educativa permite que sea la escuela quien se adapte a los educandos y no al revés, como ha sucedido habitualmente.

La orientación, educativa, adquiere diversos matices en el discurrir del alumno por las diferentes etapas del proceso educativo. En la educación inicial o preescolar atenderá prioritariamente a la adaptación a la escuela, socialización, prevención y anticipación a la aparición de dificultades de aprendizaje e inicio en hábitos de estudios. En la educación primaria, en el desarrollo de habilidades de adaptación, crecimiento personal, hábitos y técnicas de estudios, valoración e intervención en el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEE). En educacion secundaria los aspectos más relevantes a tener en cuenta son el afianzamiento en técnicas de trabajo intelectual, el asesoramiento sobre los distintos itinerarios educativos y la orientación profesional y laboral.