El ministro de haciendas, Vicente Bengoa, dijo esta semana, que va a incrementar el impuesto que pagan los combustibles, en un 25%. Esas declaraciones han provocado, el rechazo masivo de todos los sectores de la vida nacional. Y es que el único que no comprende la dimensión de esta medida parece ser el propio Bengoa.
La oposición, predijo que después de las elecciones, habría nuevas cargas impositivas para el pueblo dominicano; sin embargo sectores ligados a la oligarquía gobernante, se afanaron en desmentir eso, tildando de “mitómanos” a los perredeístas. Sin embargo, apenas dos meses después de las elecciones, se anuncian las medidas impositivas de las que tanto se ha hablado esta semana.
El lunes, el señor Bengoa dijo en el progama "HOY MISMO" que se transmite por color vision, que, no habrá más impuestos, que de lo que se trata es de una “indezación”, explicó de forma maestra, como si se tratara de una cátedra en Harbard, que tal medida se hace desde el año 2000, y que en lo relativo a los combustibles, no se aplica desde el 2007, aunque está consignado por ley.
En su comparecencia al programa matutino, el ministro de Haciendas, también dijo, que lo mismo que se pretende hacer con los derivados del petróleo, ya se hizo con los cigarrillos, el alcohol, el vino y las cervezas y que se ha venido haciendo cada vez que es necesario y nadie se ha alarmado por ello. Dijo además que no se dejen llevar por los agoreros enemigos del gobierno, porque no habrá impuestos.
Cuando escucho cosas como esas, me pregunto ¿En qué país vivimos?, Es que acaso Vicente Bengoa, piensa, que aquí todos somos estupidos o peledeistas?. Lo de peledeista, lo digo no porque sean estupidos, sino porque no se les permite disentir de las medidas que toman sus superiores, aunque vayan en contra de ellos mismos y de los intereses nacionales. Pero como yo y una gran parte de los dominicanos no lo somos, me permito hacer las precisiones siguientes:
En primer lugar, el ministro de hacinadas, debería hacer la historia completa. La realidad es que a esta hora, existe un déficit presupuestario, de más de 55 mil millones de pesos, y que se incrementará en más de 100 mil millones, al finalizar el año fiscal. Sabiendo lo que eso significa, el gobierno anda por el mundo, buscando donde endeudarse más, porque ya ha agotado su capacidad crediticia ante las entidades que nos sirven de acreedores.
En segundo lugar, el señor ministro de haciendas, tiene razón cuando dice que no habrá más impuestos, porque el mismo no se hace de forma administrativa, debe pasar por el congreso, y a decir de la mayoría de legisladores, ellos no lo aprobarían, sin embargo lo que el no dijo pero que todos sabemos, es que al cargarle el dado a los combustibles, se crea un efecto dominó, ya que todo lo que se consume en este país, se fabrica o se trasporta con combustible, por tal razón se le cargará a todos los productos que se transportan el impuesto del 25% que habrá a los derivados de petróleo.
En tercer lugar, el señor Bengoa debe saber, que las personas que más aportan al fisco, como son los grandes empresarios, están en total desacuerdo con la medida impositiva que se pretende aplicar. Ya lo dijo el presidente del Consejo nacional de la empresa privada, y con el, 37 empresas más, Lizandro Macarrulla; que un incremento en los combustibles, incrementará también los costos de producción, y eso solo significa más carga para los pobres.
En iguales términos, se expresó el empresario santiagués, Don José León Asencio, presidente de la firma León Jiménez y a través de él muchos otros empresarios que sin dudas buscarán la forma de que esa medida no se de por ahora, amenos no en este momento de recepción económica.
El gobierno se ha dado cuenta de lo arbitrario de la medida, por esa razón, el señor ministro de haciendas, basca afanosamente por todos los medios, dar mil y una explicación al respecto, empeñándose siempre en vender la idea, de que no se trata de un nuevo impuesto, sino de una medida de tipo administrativa, pero repito como no somos estupidos, sabemos que sí lo es, porque tendremos que pagar más por lo mismo.
Es de rigor decirle al señor Vicente Bengoa, que la misma indezación, debería aplicársele a los sueldos que se lo ha tragado la inflación, que ronda el 16%. Para explicarlo mejor, el pobre que gana cinco mil pesos al mes, hoy necesita un 16% más para comparar lo mismo del año pasado. El gobierno sabe muy bien eso, pero no toma la misma medida con los sueldos, que por ley deben aumentar de forma automática, al mismo ritmo que crece la inflación. Pero como Bengoa gana un salario lujosísimo, eso no lo preocupa en lo más mínimo.
Nosotros sabemos, que el gobierno necesita dinero, para poder llevar el día a día de sus compromisos, también sabemos también, que no produce dinero, sino que lo administra. Pero decir que un amentando del impuesto a los combustibles en un 25% no se traducirá en más impuestos para la población en sentido general, nos parece sencillamente ¡insólito!
¡He dicho!
