miércoles, 22 de septiembre de 2010

APRENDIENDO A SER INTELIGENTES

Por. Alexander De Jesus Britto
sicopedagogo


 __________________________________________________________

Como dije en la entrega pasada de este tema, sobre inteligencia emocional, estaremos tratando una serie de temáticas relacionadas, que a mi humilde entender, resultarán de gran ayuda para los lectores, en su desarrollo personal emocional y social.


El planteo de Daniel Goleman, no es un axioma, sus aseveraciones, son mas bien las de un típico producto de la sociedad y la psicología norteamericana, la cual siempre ha estado basada en el capitalismo; es decir todo es negocio y dinero, incluyendo las emociones y el estado de ánimo de las personas. No es extraño entonces que Goleman proponga   la inteligencia emocional como un importante factor de 'éxito' porque así  se ha sostenido  el imperio Yanqui de Washington. 

Pienso que Goleman tiene razón en una gran parte de sus ideas, y esto no porque sea del Norte, o Americano, sino porque otros estudios, como los de Donald Super, o Mirta Gavilán, han demostrado no solo el importante papel que juegan las emociones en el éxito o fracaso humano, sino además que se puede aprender a ser emocionalmente inteligente. La base de todo consiste en la capacidad  para conocer, controlar e inducir emociones y estados de ánimo, tanto en uno mismos como en los demás o en las circunstancias que lo ameriten.

Daniel Goleman viene investigando desde hace muchos años la cuestión de lo que él llama 'inteligencia emocional'. Es un Ex-catedrático de la prestigiosa universidad de  Harvard y columnista de psicología y neurología del "Times" de Nueva York, su publicación  en 1995 de su ya referido best-seller, titulado precisamente "La inteligencia emocional", lo convierte en una autoridad en la materia.

Sus planteamientos  sugieren que  aparentemente habría otra inteligencia, además de la inteligencia convencional o propiamente dicha que todos conocemos, y que siempre la hemos relacionado con el conocer y manejar ideas. La inteligencia emocional guarda relación, en cambio, con el conocimiento y el manejo de las emociones, de todo tipo de emociones, y se puede aprender a ser emocionalmente inteligentes.

Una demostración de lo influenciada que está nuestras vidas por las emociones, lo constituye el  impacto comercial de la expresión "inteligencia emocional" y esto se debe en una buena parte al llamativo contraste que sugiere y que en realidad existe  entre las esferas racionales (inteligencia intelectual ) y  las decisiones de algunos seres humanos actuando conforme a lo que le dicte el corazón que es el centro de las emociones humanas.

Siempre hemos creído, en efecto, que cuando razonábamos bien lo hacíamos fríamente, y que cuando estábamos emocionalmente perturbados no podíamos razonar, con lo cual inteligencia y emoción resultaban incompatibles.  En cierto punto esto es verdad para muchos de nuestros iguales, quienes no han aprendido a descubrir el equilibrio.

Sin embargo, en la concepción de Goleman la inteligencia y las emociones son conciliables, en la medida en que puedan llegar a un equilibrio donde la inteligencia no se deja desbordar por las emociones sino que, al contrario, puede controlarlas y encauzarlas de manera de poder alcanzar resultados eficaces o y les repito esa conciliación entre ambas inteligencias, sencillamente se aprende.

El adjetivo 'exitoso' que suele utilizar Goleman, es típico les repito de la exigente cultura norteamericana a la que  él responde. Su teoría hay que apreciarla desde el punto de vista positivo, porque su interpretación presenta una dualidad interesante. En ese sentido un Marín, que ha logrado ser gerente general en veinte años es tan exitoso como un asesino psicópata  como Timoty Mc Veithg a quien cuando lo descubrió la policía norteamericana contaba en su haver más de una veintena de de victimas porque fue muy inteligente, para simular sus estados de ánimos y su marcada patología, por eso repito hay que verla en dirección positiva. Con esto queremos señalar simplemente que la teoría de la inteligencia emocional es, como toda teoría, un arma de doble filo: con ella se puede llegar a ser un vendedor exitoso, pero también un exitoso estafador.

Es así que Goleman no propone solamente una teoría, sino también una manera de aplicarla en la práctica diaria para alcanzar ese 'éxito' que siempre hemos anhelado, con solo aprende a manejar adecuadamente nuestras emociones. 


“Continuaremos con el tema en las entregas siguientes!

 


1 comentario:

José Alexander Sirí. M.A. dijo...

Muy bien, ese tema es muy interesante y a mi en imnumerables ocasiones me ha provocado reflexiones y hasta fuertes discusiones por las diferentes formas e ideas en que mucha gente se refiere al mismo. Muy interesante.