lunes, 31 de mayo de 2010

UNA INJUSTICIA HISTÓRICA LLAMADA CONCORDATO

 POR:  ALEXANDER DE JESUS BRITTO
 Orientador profesional
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La constitución de la Republica Dominicana, consagra  la libertad de culto y de expresión del pensamiento; del mismo modo nuestra carta magna asegura, que ningún ciudadano o ciudadana, puede obtener ventajas, en desmedro de sus iguales. Sin embargo eso no es exactamente así,  ni lo será, mientas permanezca en vigencia, una ignominia, llamada Concordato.

Por si alguien no lo recuerda, el concordato fue  un acuerdo, firmado por la Iglesia Católica, y el Tirano Trujillo, en la ciudad del Vaticano, el 16 de junio de 1954. Como testigo del mismo, estaban presentes, por la Santa sede el papa, Eugene Pacelli más conocido como, Pío XII, por el país, Trujillo, monseñor Domenico Tardini y Balaguer quien entonces, era el canciller del Tirano.

Esta ilegalidad concordatal, tubo avalada, por el congreso de entonces, quienes lo aprobaron, en la  resolución número 3874  y ratificado el 6 de agosto del citado año de 1954.

La firma de este acuerdo, concedio entre otras cosas, poderes y privilegios a la iglesia católica, en desmedro de cualquier otro credo religioso existente en el país, Trujillo, quien no creía en nadie, si no en sí mismo, aprovechaba cualquier oportunidad y coyuntura,  que pudiera incrementar su paranoica ansia por el poder. Esta vez, entendiendo que La iglesia católica, representaba una voz a su favor, decidió congraciarse con ella, otorgando poderes más allá de los que ya tenía, sin importar la opinión de los demás credos, que a la sazón eran minorías.

Hoy, cuando se cumplen 49 aniversario del ajusticiamiento del Tirano, todavía su sombra hace asomo y  permanece vigente entre nosotros, como una fuerza astral, a través de múltiples facetas y acciones del pueblo Dominicano, uno de ellos es “el tristemente injusto concordato”

Contrario a lo que pensaba Trujillo, la iglesia católica, no se rindió a sus pies, a menos no todos lo hicieron.  Mientras con el Papa Pío XII firmó el Concordato, la oposición vaticana la encontró, en el Papa Juan XXIII,  quien durante el último año de vida del “Chapita”, se opuse drásticamente a su política de exterminio.

Este año, se cumplirán 56 años de la firma de aquel fatídico acuerdo. La realidad es otra, las personas que profesan otro credo religioso, al católico, haciendo usos de sus derechos constitucionales, rondan el 30% de la ciudadanía, y creciendo. Por lo que la oposición a esa, aberración, también irá en aumento.

Para que vean hasta donde llega, este desafecto acuerdo, les presento  el artículo I del mismo, que  reza como sigue: “La Religión Católica, Apostólica y Romana, sigue siendo la de la Nación Dominicana y gozará, de los derechos y de las prerrogativas, que le corresponden en conformidad con la Ley Divina y el Derecho Canónico”.

Nótese, que se menciona, la ley divina, queriendo decir que Dios mismo, está a favor de ese acuerdo. Nada más lejos de la verdad; Dios es justo y ama la justicia, por tanto nunca estaría a favor de una felonía similar.

Las autoridades católicas, deberían ser los primeros en oponerse a ese concordato, y si no tienen la fuerza, para erradicarlo, por lo menos deberían ponerlo en revisión. Su vigencia, no hace más que enrostrarles a los Dominicanos, la figura del Jefe, a pesar de que valientes hombres, decidieron por las armas, TERMINAR CON SU REGIMEN, hace ya casi 50 años.

Para otra muestra, les presento lo que dice el articulo III, del acuerdo estatal: “El Estado Dominicano reconoce a la Iglesia Católica, el carácter de sociedad perfecta” Leyeron bien, dice que la iglesia católica es una sociedad “perfecta”.


 Ninguna obra donde participen los humanos, puede ser perfecta. En los momentos actuales, la iglesia católica como institución, está envuelta en una serie problemas, que la alejan diametralmente de esa perfección. Miles, son los que han abandonado su credo precisamente, por falta de criterios claros, en cuanto a la fe, y por los innumerables casos de escándalos morales, en los que se ve envuelta.

Por tanto, seguir diciendo que la iglesia católica es una sociedad perfecta, es una burla a la inteligencia nuestra. Lo fue en el 54, y lo es mucho más ahora, cuando las acciones de algunos de sus lideres, dejan por el suelo, el criterio de perfección otorgado por el Sátrapa haca en desmedro de los demás.

Este concordato,  obliga a que en las escuelas públicas del país,  sólo se imparta la doctrina católica, esto es contrario a la soberana voluntad, que poseemos todos los humanos, y violatoria a la constitución, quien asegura, que es derecho de los Dominicanos/as practicar el credo religioso, de su preferencia.

Si ustedes  no lo saben, no solo nuestro país ha firmado acuerdos de esa naturaleza, con la Santa Sede. También en America lo han hecho, México, Colombia y Brasil, por citar solo algunos. La diferencia, es que estos países, decidieron romper con ese acuerdo, porque entendieron, que el respeto a los derechos de los ciudadanos, es tan sagrado, como la religión misma. ¡AQUÍ DEBERIAMOS HACER LO MISMO!

Ahora, que termina de transcurrir las elecciones congresuales, los legisladores electos, tienen una excelente oportunidad, para revisar el concordato. No estamos en la década de los 50s, donde la única voz, que se oía era la del jefe. Hoy existen muchas voces, y una en particular, la mía, seguirá gritando: ¡QUE SE ELIMINE YA, EL CONCORDATO, POR ILEGAL, ABUSIVO Y VIOLATORIO A LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES, DE LOS/AS DOMINICANOS/AS!  ¡Únete a mi grito, lo lograremos!

¡HE DICHO…!

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