martes, 11 de enero de 2011

EL FARAÓN DOMINICANO

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Alexander Britto
Psicopedagogo

Bárbara Mertz, es una egiptóloga y antropóloga que ha dedicado su vida  a la búsqueda y estudios de las riquezas que yacen el las pirámide de Egipto, mismas que como ustedes saben, fueron construidas para elevar el ego de los Faraones.

En su libro “Templos, Tumbas y Jeroglífico” Mertz, describe  hasta que punto el Faraón Ramsés II llevó su deseo de inmortalización. En su libro Bárbara afirma lo siguiente: ” uno se cansa de  tanto Ramsés. Su rostro, su figura y su nombre están esculpidos en más de la mitad de los muros de las pirámides y los muros que aun quedan en pie en Egipto”. En su insaciable sed de poder, y de inmortalidad, Ramsés se deleitaba en la religión Egipcia, que enseñaba que el Faraón era dios.

Extrapolando la actitud del Faraón más poderoso de Egipto, Ramsés II, al panorama dominicano, la situación no parece ser distinta. En la actualidad el presidente Fernández, con sus actitudes acciones y decisiones actúa, más que como un estadista demócrata y elegido por la soberana voluntad popular, como un “Faraón” moderno”.

En un país donde no se crea empleos, ni se invierte en las instituciones publicas, como salud, educación y  seguridad ciudadana, la política se convierte en u modus vivendi, para muchas “rémoras” que viven del estado,  quienes con la excusa de seguir el progreso, empujan al presidente a una aventura desastrosa, y de paro se lleva la dignidad del pueblo Dominicano.

En los actuales momentos en el país existe, una real crisis política, que de seguir así, devendrá en una crisis social, lo cual es catastrófica hasta para los pueblos donde se respetan los derechos de sus ciudadanos. Lo peor de todo es que el mandatario contribuye al empeoramiento de esa crisis.

La incertidumbre  política dominicana, que estamos viviendo, no había tenido precedente; tanto es el deseo de inmortalidad del presidente Dominicano, que muchos de los precandidatos a la presidencia, supeditan sus aspiraciones a si él va o no va. Esa incertidumbre prevalece muy a pesar de que la constitución de la Republica, prohíbe su repostulación. El, pude muy bien evitar dolor de cabezas y males mayores con solo decidir respetar la constitución y las leyes, como ha jurado en tres ocasiones.  

El tribunal constitucional, que aun no se ha formalizado, tiene la soberana responsabilidad de dirimir todos los conflictos en materia constitucionales, entre ellos la suerte del presidente para el 2012. Desde ya se dice que hay una sentencia prefabricada que favorece las aspiraciones de Leonel a un tercer mandato en contra de todos los pronósticos.

Pienso humildemente que no hay necesidad de eso,  nuestro país ha superado muchas barreras, por lo que no podemos retroceder de esa manera. El presidente Fernández, al momento de llegar por primera vez a la presidencia en agosto del 96, era una persona inteligente. Y digo que era, no porque ya no lo sea, si no porque el poder corrompe, y el poder absoluto, corrompe absolutamente, por lo que no dudo que una ves más se cumple en él, el dicho de que “ él poder es más  deseado que el respeto”

En la época de Ramsés, aunque no se justifican sus acciones, eran más aceptables, debido a que no se vivía en democracia, sino que primaba la ley del más poderoso. Por esa razón mantuvieron en calidad de esclavos, a los judíos, por 430 años, hasta que Dios proveyó el milagro del éxodo.

Sin embargo en la época moderna de las luces, que estamos viviendo y con el presidente que tenemos, que por demás se ufana de sus saberes, ni se tolera, ni se justifica, su inmortalización sacrificando a toda una población. De ocurrir eso, no solo habremos vuelto al neolítico, y a la edad de las cavernas, sino que peor aun regresaremos montados en la guagua de Juan Luis Guerra, que va de reversa, con la catastrófica diferencia de que la del artista pudo parar;  mientras que la nuestra va sin frenos y rumbo al abismo, todo por el capricho de un hombre, que se quiere erigir en un “Faraón Dominicano”

  ¡He dicho!

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