SEXUALIDAD Y RELIGION

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Alexander Britto
Psicopedagogo

La sexualidad se define como el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas  y psicológico afectivas que caracterizan el  sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociados a la búsqueda del placer sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo en la vida.

Desde tiempos antiquísimos se creía que la manifestación sexual en los animales, incluyendo el hombre, era de tipo instintivo; sin embargo hace muchos años que se sabe que no es así, más bien es de tipo selectiva y con un alto nivel de componente psicoemocional.

Las creencias religiosas, y las manifestaciones políticas, son las dos actividades humanas que mas desbordan la pasión, y en toda pasión se polariza y al hacerlo se cometen exabruptos, unas veces con buena intención otras veces, por desconocimiento.

Le sexualidad por tanto es uno de esos temas tabú que  la influencia religiosa a seleccionado como “prohibida”. Tanto es así que la sexualidad está ligado a lo impuro, maculado, e impropio, sin reparar ni por un momento, que los seres humanos somos total y esencialmente distintos a todos los demás seres vivos que pueblan el planeta.

Si bien las creencias forman nuestro carácter y lo reafirma con el paso de los años, no menos cierto es que en lo que respecta a la sexualidad se debe mirar en retrospectiva, n o para revitimizar  si no mas bien para rectificar.

Una de esas aristas, es la creencia de que el niño o niña no se le debe hablar de sexualidad, porque despierta el interés por pasar del conocimiento teórico al pragmático. Nada mas lejos de la verdad, si bien en el pasado esto funciono, por la escasez de informaciones, hoy día se debe enseñar clara y abiertamente sobre sexualidad, su origen y la vía sana y correcta de expresarla.

Lo que demuestran los estudios en la materia es que a mayor conocimiento de los riesgos, mucho menos posibilidad de caer en ellos existe. Hoy es necesario que los padres se empeñen en ofrecer a los hijos una adecuada orientación sexual desde los primeros años de vida. Es necesario hablar franca y abiertamente sobre los peligros de la sexualidad descontrolada, sobre las consecuencias del embarazo en adolescente a nivel moral, espriritual y social, sobre la importancia de formar familias.

La educación sexual es una tarea pendiente, que nos dejan las creencias religiosas; tarea que habíamos relegado por años en terceros, pero que hoy finalmente poco a poco hemos comenzado a realizarla con la esperanza de no continuar reprobando la asignatura.