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| Alexander Britto Psicopedagogo |
Indiscutiblemente el mundo cambió a
partir de septiembre 11 de 2001; fuimos testigos involuntarios del horror del
terrorismo en su máxima expresión, cuando el símbolo del poder mundial el Wall Trade
Center fue vulnerado de la manera más
atroz.
Ese mismo acontecimiento, sirvió
como plataforma para el rescate de un valor perdido, la solidaridad; cuando el
mudo en conjunto hizo acopio solidario de lo ocurrido a la primera potencia
mundial. Ahí, y justo ahí surgen las
redes sociales utilizando la
Internet como vía para la difusión masiva de información, de
experiencia y de emociones y sobre todo de estrechamiento de lasos.
Las iglesias tal y como la
conocemos, debe como todas las instituciones, replantear sus propuestas, con la
finalidad de alcanzar la mayor cantidad de personas posibles, con el mensaje de
Jesucristo, que dicho en forma mercadológica, “es el producto que promueve”.
Ese replanteamiento debe incluir los medios que utiliza para llegar a la gente,
y uno de esos medios sin lugar a dudas, son “las redes sociales”.
Una red social, es una red de
personas interconectadas, con intereses comunes; en nuestro país las más
conocidas y utilizadas, son el Facebock y el Twitter, tienen más
de 2 millones de usuarios entre ambas en
nuestro país, auque por supuesto existen mucho más . El 27% de los usuarios de Internet, tiene una
cuanta en una de estas redes sociales, por tanto y desde nuestra manera de entender, toda iglesia que pretenda
influir con el evangelio de la paz, debe utilizar este valioso medio de
difusión masiva de información.
Es menester por supuesto, adecuarse a los
nuevos tiempos, para que la tecnología o
las redes puedan ser efectivas; también es importante señalar que las redes
sociales no son sustitutos de los demás medios, si no una herramienta de apoyo
que viene a fortalecer las ya existentes.
Las iglesias como entidades sociales,
y soporte espiritual están llamadas a satisfacer las demandas de la gante; y en
las redes sociales convergen precisamente las dos: mucha gente y muchas
necesidades; por tanto si hay redes y hay peces solo faltan pescadores, boguemos
pues mar a dentro y echemos las redes a la derecha a la izquierda, hacia
arriba y hacia abajo; estamos a solo un clic.
