lunes, 20 de febrero de 2012

DOS CANDIDATOS Y UN PROBLEMA


_______________________________________________
Alexander Britto
Psicopedagogo
A pesar  de estar aspirando a la presidencia de la republica,  en bandos opuestos, el candidato oficialista Danilo Medina y el expresidente Hipólito Mejía Domínguez, del opositor partido PRD, comparten en común un mismo problema, ambos neceitan los presidentes de sus partidos para poder ganar.

En el caso de Danilo, que ha nuestro juicio es un hombre honesta, ha tenido qua aceptar y tragarse cosas del gobierno de su partido, de las que sabemos él no está de acuerdo. La avalancha de denuncias de corrupción que se  debaten en los medios de comunicación no deja lugar a dudas de que las cosas andan manga por hombros en el gobierno. Sin embargo en candidato oficialista, necesita el apoyo del presidente de su partido y presidente del país, el Dr. Leonel Fernández Reyna, si quiere llegar al poder.

La situación para el candidato perredeísta, no es distinta. Los problemas existentes entre el candidato Hipólito Mejía, y el presidente de su partido el ingeniero Miguel Vargas Maldonado,  no han terminado desde que este último declarara que Hipólito utilizó todo tipo de malas artes para alzarse con el triunfo en las primarias del año pasado. Desde entonces Vargas Maldonado no ha aparecido en público con el candidato de su partido, después de su proclamación oficial,  ni se ha integrado a la campaña política, originando su actitud todo tipo de crítica y opiniones tanto dentro como fuera del litoral del PRD.

Sin embargo y pese a que Hipólito con su característico temperamento repentista ha dicho en forma constante, que no necesita a Miguel para ganar, todos sabemos incluyendo al propio Mejía Domínguez, que no es así. En política y en la guerra no hay enemigos pequeños. El tiene que hacerse sordo ante los consejos de los “enchinchadores” que tiene cerca que lo incitan a que no busque a Miguel y tratar de materializar un acercamiento con él en  público, aquello de que la percepción pesa más que la realidad. Desde mi humilde modo de entender, entre las grandes problemáticas, que le quedan pendientes por resolver a Hipólito, está la de la unidad de su partido; unidad que no puede ni podrá ser posible, nunca, dejando relegado a Miguel Vagas y su grupo, que quiérase o no son los que manejan institucionalmente el partido y tienen sus seguidores fuertes. Esa comida falta por servirse en el PRD y les aconsejo que lo hagan pronto, porque ya Danilo se la tragó con lejía, y aunque lo indigestó, está durmiendo la siesta hasta el 20 de mayo próximo.

¡He dicho!!!

No hay comentarios: